Por Tu Familia

La Madre Teresa de Calcuta ha sido para mí la mujer con mayor ejemplo de amor, entrega y humildad que hemos tenido en los últimos tiempos. Habría que decir tanto de esta mujer que necesitaría páginas completas. Tenía lo que hace falta a la mayoría de la humanidad. Vivió para dar durante todos los largos años de su vida. Una de sus frases sostenía: “Debemos dar hasta que duela”. Con sus experiencias de compartir con los más necesitados de la humanidad y con los más poderosos, príncipes, reyes y gobernantes pudo hacer un paralelismo y entender cual es la verdadera esencia del ser humano. En uno de sus tantos escritos afirma que entre los seres humanos puede haber diferencia racial, cultural, de idiomas, religión, etc., pero todos, sin importar quien sea, necesitamos caminar hacia un mismo fin: Amar y ser amados. Totalmente de acuerdo con sus conceptos, considero el amor, principal sentimiento que debemos cosechar. Dice la Biblia: “Por la maldad del hombre, el amor de muchos se enfriará”,

“Porque raíz de todos los males es el amor al dinero…” 1 Timoteo 6:10 En nuestra sociedad, el dinero es la raíz principal de la mayoría de nuestros males, empezando por los problemas generados dentro del marco familiar, en el cual ocasiona grandes conflictos entre sus miembros. Paradójicamente, entre el pobre, que nunca tiene suficiente, y el rico, que desea tener más, hay un elemento en común: ambos dedican todo su afán en busca del mismo. Quiero enfatizar la forma que usamos la mayor parte de nuestro tiempo, tratando en el día a día, y dado el alto costo de la vida, buscar cada vez más la manera de aumentar los ingresos. Especialmente entre los jóvenes, los cuales quieren todo “microondas” y viven, desgraciadamente, sumergidos en una búsqueda constante de dinero, sin tomar oxigeno, “para ser alguien”; razón por la cual los mismos nunca están conformes en el trabajo que realizan, todos quieren hacer “negocios”, y pareciere como si ellos mantuvieran una competencia de pulso pe

Estando en una tienda en el centro de la ciudad de Barcelona, hace aproximadamente tres años, la propietaria, que había estado recientemente en nuestro país, quiso que yo personalmente le expresara a sus empleadas de cómo en R.D. las viviendas eran cuidadas por hombres con armas largas, y los civiles exhibían, de manera normal, sus armas de fuego, cosa ésta que le impactó, de tal forma, que nos comparaba con escenas de películas del Oeste. Hemos tenido que acostumbrarnos que cualquiera porte un arma, cosa esta, que inconscientemente genera en la población un estado de alerta y temor. El tema de la violencia ejercida por delincuentes callejeros y que desgraciadamente, en su mayoría, son jóvenes que a veces no sobrepasan los quince años. También tenemos, y esto es grave, la violencia generada por el orgullo y el poder, que no son más que la respuesta de las inseguridades y frustraciones de muchos ciudadanos. Como siempre, desde aquí, persigo la búsqueda de soluciones conjuntas a cualq

“Quiero dar a mis hijos lo que no tuve”, es frase común en hogares donde los padres, por razones económicas, no tuvieron el privilegio de otros niños en poseer cosas materiales que estos, muchas veces sin merecerlo, disponían de los mismos. Son frecuentes los cuestionamientos entre niños pequeños de por qué, si Carlitos se porta mal, tiene un juguete que yo, siendo excelente con mis padres, no lo tengo. Es por esto, que una vez se es adulto, y tenemos la posibilidad de dar a nuestros hijos aquello que no tuvimos, puede convertirse en algo peligroso para el desarrollo de su vida presente y futura. Voy a tratar en particular lo que respecta la elección del primer lugar social-extrafamiliar en el cual dejamos nuestros hijos, el colegio. Parece simple su elección, pero, resulta debemos tomar en cuenta elementos esenciales para la misma. Decidir un colegio no solamente implica indagar sobre el nivel académico, disciplinario, sino también, si el mismo satisface o no, aun teniendo lo que se c