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Mostrando entradas de diciembre, 2012

En cuatro letras

En esta última semana del año 2012 quiero iniciar con un pasaje bíblico que ha sido fuente de inspiración a grandes autores en la humanidad. En 1 Corintios 13:4-7 la Biblia sostiene lo que es la esencia de Dios y, por ende, del ser humano, y es el amor: “El amor es paciente y bondadoso; no es envidioso ni jactancioso, no se envanece; no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que se une a la alegría de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”. La navidad, que no es más que la celebración del nacimiento de Jesús, es una época que despierta en el interior de las personas sentimientos descritos en lo dicho anteriormente. Todos los medios de comunicación y en las relaciones interpersonales, hay una especie de contagio en la búsqueda y reflexión de todo lo que conlleve a una mejor convivencia humana. Esa fecha ha propiciado unificación de familias, a veces separadas por años; retorno d

Búscala

Vivir en armonía en una sociedad convulsionada, donde todos andan deprisa, salen a las calles con un temor colectivo a ser atacados por cualquier persona. Si vas en tu vehículo o eres simplemente un peatón, en ambas situaciones, estás expuesto a cualquier tipo de acto de violencia en tu contra, el cual tiende a terminar en los más horrendos crímenes, como aquellos que se han dado en los últimos meses de este año. Sentirse atrapado sin salida provoca en el interior de las personas estados de angustia, los cuales generan efectos que enferman tanto la mente como el cuerpo. En virtud de que este último va a reaccionar en función del control de tus emociones. Frecuentemente todos se hacen la pregunta, desde el más humilde obrero hasta el más alto empresario, de hasta dónde vamos a llegar con la ola de crímenes callejeros que se cometen cada día. Estos se producen en cualquier lugar, a cualquier hora, en cualquier clase, sin importar la edad de la persona. Por lo general, estos

Cuesta

Esta semana recibí a primera hora de la mañana una llamada telefónica que me movió a hacer reflexión para mi vida con relación a la toma de decisiones de cómo utilizo mis finanzas y hasta dónde llevo mi vida acorde con éstas. Una señora conocida me solicita si le puedo ayudar a diligenciar una beca en la universidad más cara y de mayor élite de la República Dominicana, acompañada de la exclamación siguiente: “En fe, ya la inscribí. Dios me respaldará.”. Esta mujer, con un esposo sin trabajo hace tiempo; con unos ingresos que se le irían el 60% sólo para el pago de la misma; no solo está asumiendo una actitud ilógica, sino más bien, no ha entendido cual es su verdadera realidad en términos económicos y sociales. Si bien es cierto que no debemos escatimar esfuerzos dentro de nuestras posibilidades para una buena formación de nuestros hijos, también lo es que la misma debe estar adecuada a la situación económica y social a la cual pertenecemos. En este caso, el país cuenta c

Propuesta

Estamos en el último mes del año 2012, fecha propicia para hacer una revisión de cómo nos hemos manejado durante el mismo. Este ha sido un año de grandes retos para todos a nivel mundial, donde economías de naciones poderosas se han visto en condiciones catastróficas. En lo que a nosotros se refiere, también hemos tenido nuestros aprietos y condiciones que nos han colocado igual que en los otros lugares del mundo a tener que tomar medidas de ajustes en nuestro diario vivir. Como cada año para esta fecha acostumbro a hacer una evaluación de nuestras vidas, sobre todo lo que hemos logrado o no hemos podido lograr, y con ello reconocer qué debemos cambiar o reforzar, para así lograr el próximo año empezar con una actitud diferente. Este año, la sociedad dominicana ha vivido situaciones difíciles, donde los niveles de violencia han aumentado, especialmente intrafamiliar, siendo esta una de las mayores preocupaciones de todos aquellos que manejamos conducta humana; y de nuestr

Ojo

Carmen, una adolescente de 17 años, me preguntaba qué hacer a la hora de tomar decisiones, en virtud de que sus padres no suelen ponerse de acuerdo. Me decía: “A veces no sé cómo debo comportarme, ya que por lo general mi mamá pone una norma, mi papá otra. Razón por la cual estos siempre viven discutiendo. Y, tanto yo como mis hermanos, no sabemos a cuál de los dos vamos a obedecer. En ocasiones, a la hora de dar un permiso para salir, mi madre ya me ha dicho que sí, y después de días programando mi salida, a veces a un cumpleaños en una casa, no soy de mucho salir, mi papá dice que no porque ella no le había dicho nada. Así de sencillo.”. Los hogares que se manejan con roles no definidos, en los cuales no se sabe a quién obedecer y, mucho menos, donde papá y mamá no se respetan, difícilmente puedan cosechar hijos adaptados y adecuados para vivir en sociedad. Independientemente de si el hogar está dirigido por ambos cónyuges, a lo que llamamos familia nuclear, o si es mon

El mejor tesoro

Reconociendo la importancia vital de la familia como principal núcleo de la sociedad, llevamos varios años dedicando cada semana un espacio cuya finalidad es simple y llanamente orientar a las familias dominicanas. Por mi parte, agradezco a este medio que me abrió las puertas para poder dar a través de él, y de forma pública lo que por años he realizado. Se ha tomado Noviembre como el Mes de La Familia, donde se resalta lo que siempre hemos llevado a toda la sociedad, y es que desde dentro de ella es donde debemos operar todos los cambios necesarios y, con ellos, una transformación de una serie de eventos que han venido dándose y dañando nuestro medio. Cuidar la familia es la base primordial y necesaria para cuidar nuestra nación. Orientarla, rescatando valores perdidos, importantizando su papel para la vida de cada uno de nosotros, es donde lograremos el verdadero cambio social. En todos los estratos sociales, se ha venido descuidando y hasta olvidando la importancia d

Dicho en Versos

“No digamos jamás la mentira No engañemos a nuestros papás Que no hay cosa más bella que un niño Cuando sabe decir la verdad Respetemos a nuestro nuestros mayores Ocultarle una falta es error La verdad es la cosa más bella Donde está la verdad está Dios.” Con estos versos del Himno a la verdad, escrito por Ramón Emilio Jiménez, se daba en las escuelas, de una que los niños pudieran entender, una enseñanza repetida acerca de valores morales y éticos; de manera especial, haciendo resaltar uno, que determinaría en el futuro la autenticidad de ese niño, y es la verdad, la cual no es más que dotarle las herramientas para, en su vida adulta, sea un individuo genuino. Quiero señalar otra enseñanza, también cantada, con cuyo mensaje se buscaba alimentar el amor en la familia, especialmente hacia las madres: “Venid los moradores del campo a la ciudad, y entonemos un himno de intenso amor filial: Cantemos a las madres la ternura, el afán y su noble atributo de abnega