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Mostrando entradas de febrero, 2013

Paradójico

El niño, desde que nace, tiene un ciclo de desarrollo natural, el cual debe darse de manera sistemática. Empieza con la etapa de succión, utiliza el llanto como forma de expresión, con lo que a veces por las noches no permite conciliar el sueño a sus progenitores. Y, en él, se van dando una serie de eventos, uno detrás del otro. Antes de caminar, tiene que haber superado una etapa, y es la gatear. Pero, no sale corriendo sin antes haber permanecido un tiempo asimilando y desarrollando la facultad de caminar. Hago referencia de lo necesario de quemar etapas, en virtud de cómo fama, poder o dinero adquirido de manera súbita traen a su vez transformaciones en los individuos que muchas veces los dañan, de forma tal que quienes les rodean suelen manifestar que “fulano” o “fulana” se han convertido en otra persona. Manejar poder, especialmente en sociedades como la nuestra, donde suele endiosarse al individuo, conlleva a que este, muchas veces sin darse cuenta, pierda su verda

Fuente principal

Cuando yo era niña, mi abuela nos enseñó la importancia de la oración. Repetía con frecuencia que la familia que ora unida permanece unida. Era común en ella mandar a buscar sus nietos y nietas para unirnos con la finalidad de hacer esto juntos en su casa. Nunca pude dormirme sin antes cerrar mis ojos y entregarle a Dios mi sueño, siendo pequeña. La palabra de Dios sostiene, en Proverbios 22:6, lo siguiente: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” En la sociedad de hoy, entre tantas cosas que demandan la llamada “libertad”, como la de culto, se ha llegado a un punto tal que hay países donde, no solo se ha sacado la palabra de Dios en las escuelas, sino que hasta está prohibido. En nuestro país, rescatar los valores dentro de los hogares es una de las cosas a las cuales se le está dando prioridad en estos momentos. Razón por la cual se está tratando de desarrollar proyectos enfocados en producir cambios sociales empezando por

Piensan por ti

“Tienes que rebajar”, “En los últimos meses has engordado”, “Estás muy delgada, ¿Estás enferma?”, “Me gustaba verte más con el pelo corto”, “No puedo entender cómo has podido convivir con ese hombre, hace tiempo yo lo hubiese dejado”. Estas expresiones, o más bien, mandatos, las escuchamos día a día pronunciar por las personas que nos rodean. Las mismas son aparentemente simples, a veces con buenas intenciones, pero a su vez generan en las personas inquietudes que probablemente nunca habían sentido. A veces, en el caso de tener unos cuantos kilos de más, en este momento donde parece haber un decreto que obliga, especialmente a las mujeres, a ser delgadas y flacuchas, por la determinación de los estándares de belleza. En ocasiones, sin darte cuenta, esa persona que le resaltas tener que adelgazar, lo único que provocas en ella es elevar niveles de ansiedad, ya que la misma lleva dietas estrictas y rigurosas, pero su problema es que sencillamente tiene problemas con su metab

Salud y dieta

Carmen va al médico a hacerse un chequeo rutinario, al sentirse mareada durante unos días. Después de una serie de análisis, su médico de cabecera le dice que tiene elevado el colesterol, los triglicéridos y hasta unos cuantos puntos por encima de los niveles de azúcar. Este, acompañado de algún medicamento, le ordena algunos cambios necesarios en su régimen alimenticio, a través de los cuales elimina un listado significativo de alimentos que no debe ingerir, para lograr nuevamente el balance de los elementos mencionados. ¿Te has detenido alguna vez a hacer una revisión de que ingieres desde que inicias el día que enferme o dañe tu vida emocional?, ¿Has pensado por lo menos hasta dónde deteriora la salud física y mental aquello de lo que alimentas tu alma? El acontecer diario y las circunstancias y situaciones de la vida nos llevan a tener que vivir situaciones o eventos que no necesariamente dependen de nosotros, sino que están ahí y que hay que enfrentar y resolver sie

Realidad de hoy

Como nunca antes en la historia de la humanidad había existido tanta necesidad de refuerzos permanentes, para el hombre poder subsistir, de mensajes positivos y de autoayuda. A diario, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, nos llegan mensajitos que tratan de dosificar y llevar “alimento para el alma”. El tema de la felicidad, la paz, unidad, entre otros se ha convertido en una fuente de inspiración para escritores de nuestro tiempo. Para aquellos que no leen, tratan de buscar, quizás en las iglesias o comunidades de apoyo, ayudarse para el diario vivir. Sumado a todo esto, basta acercarse a centros hospitalarios o clínicas para darse cuenta de cuán abarrotados se encuentran de personas con diferentes enfermedades. La automedicación para manejar el estrés y uno de sus principales síntomas, que es el insomnio, se ha convertido en, más que una búsqueda de ayuda, en un problema en virtud del cuidado que hay que tener a la hora de iniciar el uso o consumo

Se puede evitar

La orientación adecuada hacia las familias es una de las cosas necesarias en estos momentos. Vivimos en una sociedad donde los hogares mono parentales (dirigidos por uno de los dos padres) se han convertido en una gran mayoría, dado el número de relaciones libres, las cuales no crean nexos y responsabilidad; así como también el alto índice de divorcio que cada vez aumenta en nuestro medio. Son muchos los niños criados por tíos, tías; pero, sobre todo, en determinadas clases sociales, por la falta de recursos económicos, no es de extrañarse que dentro de un mismo techo convivan mamá, papá, abuelo, tíos, etc. Es muy compleja la precariedad y la falta de educación en cosas esenciales como higiene, salud y, algo que nunca se toca, que es el cuidado que se debe tener con los niños y niñas en cuanto al acercamiento físico con sus familiares. Dada la apertura de la comunicación de hoy, tenemos la oportunidad de conocer el índice de violaciones sexuales que día a día se producen

Punto de partida

Con frecuencia, como si estuvieran puestas de acuerdo, las personas suelen hacerse las siguientes preguntas: “¿Qué debemos hacer con lo que está pasando?, ¿Hasta dónde llegaremos?, ¿En manos de quién está la solución?, ¿Quién es el responsable?”, entre otras. Con dedo acusador se buscan culpables y, por ende, aquellos hacia quien va dirigida la culpa tienden a defenderse. El inicio de año es momento propicio, ya no para revisar, sino para empezar, desde el lugar donde estemos desempeñando la función que nos toca, a asumir, no un papel pasivo como espectador, sino más bien ser copartícipe en el trabajo para lograr producir que el cambio que todos necesitamos opere en nuestra sociedad. Barrer las calles y recoger la basura, por ejemplo, aparentemente no es un desempeño importante; sin embargo, la limpieza de una comunidad es elemento esencial para una adecuada salubridad de sus moradores. Mi padre solía repetir una frase que no es extraña a cada uno de notros: “Si usted l