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Mostrando entradas de octubre, 2013

Salud para todos

“Compramos todo lo viejo” es una frase que, a través de un alto parlante, escucho junto con mis hijos entre 8:00 a.m y 8:30 a.m. todos los fines de semana como si fuera una hermosa melodía que usamos como alarma despertadora. Es posible que parezca una broma; no obstante, para todos aquellos que como yo hacen un esfuerzo para vivir en una zona “residencial”, es más que frustratorio tener que aceptar la contaminación del ruido, no importa la hora, para el mismo.  El oído humano está apto para recibir sonidos sin que dañen, hasta un nivel determinado de decibeles. Una vez pasa de allí, esto se convierte en ruido, ocasionando efectos negativos tanto a nivel físico como emocional. Esta es una de las razones por las cuales hoy día los individuos tienen una tendencia a buscar momentos para salir de las ciudades en una especie de escape que les permita disfrutar de momentánea sensación de libertad. Lo que significa que se vive el día a día bajo prisión provocada por este fenómeno devastador,

De sumo cuidado

Hace un tiempo, viví la experiencia con el guardián de la casa de una amiga, quien un día cualquiera, después de varios meses de servicio, manifestó una crisis de pérdida del contacto con la realidad, de forma tal que hubo que buscar refuerzos para controlarlo, e incluso en ese momento estaba portando su arma de reglamento. Esto llevó a los que vivían en el lugar a solicitar una investigación exhaustiva de la condición emocional del individuo, encontrándose que, no solo había estado ingresado como paciente psiquiátrico en un hospital, sino que poco antes de tener dicho empleo había tenido un cuadro similar.  Partiendo de este ejemplo,  es obvio que la institución a la cual pertenecía no realiza una depuración adecuada en cuanto a la salud mental a la hora de la selección de su personal. Hay tres poblaciones en las cuales se debe hacer una verdadera evaluación en cuanto, no solamente si ha tenido trastorno psiquiátrico, sino en el perfil psicológico del individuo a seleccionar, y son:

Alerta roja

Cuando entras por primera vez a la casa de alguien, el orden o desorden de la misma te muestra más o menos el reflejo de la personalidad de los miembros que la habitan. El encontrar cosas tiradas, falta de higiene, objetos rotos, te hace sentir que estás en una casa donde las cosas no andan bien. Salir a nuestras calles y a penas transitar dos o tres cuadras, donde el caos, ruido, bocinas y todo tipo de agresión, al igual que el ejemplo citado, son, más que una señal, la proyección de cómo se encuentran los individuos de dicha sociedad. Quien por una razón u otra ha tenido la oportunidad de conducir vehículos de motor en otros países podrá ver el descanso emocional que transmite todo lo opuesto a lo que acabamos de señalar, lo que conlleva al conductor a que salir a la calle no sea un motivo de carga para su psiquis, ni que solo el hecho de pensar en transitar por la misma sea una fuente de ansiedad, generadora de estrés para la persona. A esto sumamos todas las situaciones que dentro

Hazlo por ti

Es muy fácil emitir juicios y opiniones acerca de lo que pensamos sobre una persona o institución. Lo grave es, lo difícil, para no decir imposible, que se hace poder cambiar aquello que ha sido divulgado y creído por los demás, quienes se han encargado de seguirlo repitiendo. Se han llevado a cabo estudios en los cuales el chisme parece ser más poderoso que los hechos comprobados. El mismo, es terrible porque afecta la opinión que se tiene sobre la persona hacia la cual va dirigido e influye de forma tal que despierta un sentimiento de hostilidad hacia las personas de las que escuchamos cosas negativas, o lo que es lo mismo, se convierte en un estímulo aversivo para los demás. La sociedad actual tiene en sus manos, de forma gratuita, medios a través de los cuales le es fácil al que quiere dañar una reputación, difundir lo que desea con la rapidez que actúa un arma química, y es a través de las redes sociales, llegando de forma simultánea y en segundos a una extensión incalculable. Co

Aprender

El año pasado tuve la oportunidad de dirigir un proyecto a través del cual pude compartir de manera directa con personas de estratos económicos muy bajos, donde a veces su pobreza era tal que rompe los límites de la misma pobreza.  Hablar de pobreza desde el punto de vista estadístico, describiendo niveles de la misma y datos que arrojan cifras, es totalmente diferente a cuando se habla de ellos como individuos, seres humanos con tanta riqueza interior que, en ocasiones, basándome en aproximadamente un año que compartí semana tras semana con éstos, pienso :“¿Quién es más feliz?” Mi pastor suele repetirnos la frase “Hay ricos que son tan pobres, tan pobres, que solo tienen dinero.”. Y yo, la transformo en “Existen pobres, tan ricos, tan ricos, que lo único que les falta es dinero.” Esto último parecería incoherente; no obstante, si te sienta a analizarlo, entenderás que es una gran verdad. Adquirí de ellos conocimientos y enseñanzas que quedarán en mí toda la vida, los cuales aproveché

Aviso

Hace unos años, me reuní con una alta ejecutiva, la cual  me hizo el siguiente planteamiento: “He pedido hablar contigo, porque entiendo que, dada la magnitud de mi trabajo, este me permite apenas ver mis hijos, y en estos momentos, creo que estoy perdiendo el control de los mismos”. Ésta continuó diciendo: “Entiendo que no he podido darle el tiempo suficiente a mi familia, mis hijos ya crecieron, descubro que no he controlado su círculo de amigos”.  Manifestando necesitar ayuda, lo que solo quedó en una conversación. Uno o dos años después, en primera plana de todos los periódicos, aparece el asesinato de un menor, donde uno de los imputados era, precisamente, hijo de esta señora.  La evasión dada en este caso, llegó a un hecho jamás imaginado por los progenitores de este joven.  Cada vez son más los padres que se acercan a mí, y me preguntan acerca de la mejor manera de educar a sus hijos, ya que, muchas veces, todo lo que imponemos en nuestra familia es inverso a lo que prima en la

Antes que tarde

Tan pronto aparecen síntomas y dan señales de que algo no está bien en nuestro organismo, se acude al médico con la finalidad de evaluar lo que está ocasionando dichos síntomas. Dada la interpretación del mismo, se encamina a buscar, dentro de las especialidades médicas, el especialista adecuado para con ello buscar diagnóstico e iniciar el tratamiento. En otro orden, y es en lo que son los trastornos conductuales, familiares y sociales también tenemos de inicio una serie de síntomas que, al igual que con el organismo, nos muestran que algo anda mal, lo cual es necesario enfrentar y no evadir, tomando las medidas necesarias sin perder tiempo, con lo que se evita sean agravados los mismos. Sin embargo, en esta parte suele haber una especie de descuido y, bien podría llamarse, una negación de que realmente hay un problema. La misma está relacionada con una serie de prejuicios que existen en nuestra sociedad en cuanto a buscar tratamiento o ayuda psicológica, porque aunque se habla mucho

Supuestamente erradicada

Todo me está permitido, pero no todo me conviene. Todo me está permitido, pero no permitiré que nada me domine.” En este pasaje, el cual se encuentra en 1 Corintios 6:12, el apóstol Pablo envía al pueblo del mismo nombre,  y hoy a nosotros, cómo él aprendió a ser verdaderamente libre como decía Jesús, cuya doctrina éste predicaba. En nuestro país hablamos de que somos verdaderamente libres. Y, es verdad,  ya que nuestra constitución nos permite actuaciones y derechos, al igual que deberes, que todavía al día de hoy, como por ejemplo la libertad religiosa, hay países donde están totalmente prohibidos. Siguiendo el texto bíblico, el apóstol Pablo hace referencia a buscar y vivir esta dimensión humana, de la cual todos hablan; pero, que muchos no han entendido qué implica la libertad.  Voy a realizar algunas preguntas que a cada uno de ustedes le permitirá hacerse una revisión de si está viviendo en libertad plena o en absoluta esclavitud. ¿Comes en función de una alimentación adecuad