Grandes pérdidas
En estos días he tenido la gran oportunidad de, por razones diversas, compartir con amigos de mi infancia, así como también reencontrarme con una persona con la cual en los últimos 10 años había tenido un distanciamiento circunstancial. Esto me ha permitido ver que, cuando en las relaciones interpersonales hay nexos afectivos genuinos, estos se mantienen de manera permanente en nuestro interior. Esto ha sido fuente de motivación para hacer un paralelismo con algo que hace tiempo he venido observando en el trato o interacción que se da hoy día entre las personas, especialmente los jóvenes. Pareciere como si entre ellos las razones que les mantienen interactuando entre sí son meramente circunstanciales: un club, un colegio, un sector o simplemente compartir en un equipo de beisbol, por ejemplo, donde lo único en común son los momentos compartidos. Una vez, por decir, terminado el colegio te darás cuenta que también en su mayoría terminan las relaciones entre ellos. Encuesté un grupo jóve...