Tus verdaderos tesoros
Al vivir en pleno centro de la ciudad, puedo ver, especialmente los fines de semana, cómo se aglutina gran cantidad de jóvenes en busca de diversión, la cual está centrada en la ingesta de bebidas alcohólicas. A veces, me detengo a observar y me apena ver las edades de los jóvenes que conforman dichos grupos. No sé si existan leyes que prohíban que menores de edad se den el lujo de estar en las calles ingiriendo bebidas alcohólicas, ni mucho menos que les prohíban fumarse un cigarro, pero es penoso presenciar cómo muchachos y muchachas de 14, 15, 16, se pasean en estos predios con una botella en la mano izquierda y un cigarrillo en la derecha. Como madre de tres hijos, no solo siento tristeza, sino vergüenza ajena colocándome en el lugar de los padres o cabezas de las familias de los mismos. En ocasiones, hasta he llorado al ver caminar tambaleando a una jovencita que no llega a los 17 años, a la cual se nota en el rostro que es una niña. ¿Dónde están los responsables sobre estas...