Sana reflexión
Durante días tenía pendiente llamar a una señora, la cual conozco desde hace más de una década, pero hace alrededor de dos años había perdido el contacto con ella. Decido pasar por su casa, ya que telefónicamente no la había podido contactar. Al verme puso de manifiesto que le alegraba que yo la tuviera presente. Fue verdaderamente asombroso el escuchar todas las dificultades y problemas graves de salud de su esposo por las que pasó esta familia. La exclamación inicial de dicha señora fue: “¡Ay Grecia, cuánto hemos pasado!, pero estamos vivos”. Dada la condición en la cual cada uno de nosotros vive el día a día, existe la tendencia a descuidar la relaciones entre las personas, y no se si a ustedes al igual que a mí, cuando tengo una experiencia como esta siento una especie de cargo de conciencia por lo mucho que descuidamos a los demás. En esta fecha se celebra un tiempo, el cual es precisamente un llamado a reflexión, y una oportunidad para aquietarnos, y sobre todo, si