Realmente valioso
Hace apenas dos días, tengo de visita en mi casa a dos sobrinas que vinieron a pasar sus vacaciones. Conversando con la más pequeña, que tiene 10 años, le pregunto: “En este momento, ¿qué agradeces a Dios?”; y me respondió: “Estar aquí con ustedes”. Hace par de semanas, una amiga que tiene tres niños, no mayores de once años, pretendía enviarlos a uno de los mejores campamentos de nuestro país, lo que ella consideraba que era aprovechar las vacaciones. Para su sorpresa, el mayor le pregunta: “¿Es que no nos quieres en la casa?” y, enfáticamente, los otros le secundan y, unánimes le dicen: “Necesitamos este tiempo para estar en nuestra casa, disfrutarla y estar en familia”. En la mayoría de los casos, los padres suelen hacer grandes sacrificios económicos, a veces hasta préstamos bancarios, para enviar a los hijos a campamentos o sacarlos fuera del país, tratando de dar una especie de recompensa, especialmente cuando estos han dado un óptimo resultado durante su año escolar. Si