Para todos (Parte 1 de 4)

Aprovechando que apenas faltan unos días para finalizar este año, el cual ha sido difícil, no sólo para nuestro país, sino también, para naciones poderosas, las cuales se han visto tambaleantes al punto en que grandes empresas al día de hoy han tenido que desaparecer; empecemos una reflexión conjunta que nos permita retomar para el año que se avecina, posiciones, através de las cuales lo que ha sido considerado crisis nos sirva a todos para asumir un nuevo estilo de vida. Quiero que reflexionemos a cuatro niveles: manejo laboral, económico, familiar y, por último, conmigo mismo como individuo.

En lo concerniente al aspecto laboral o de trabajo, es sumamente necesario saber si estamos esforzándonos para dar nuestro máximo potencial, precisamente en momentos como estos.


Hace tiempo vengo considerando que una gran mayoría de personas parecen estar molestas por tener trabajo, ya que (talvez es una falsa percepción mía) son muchos los lugares donde pareciere, que en vez de recibir un salario por trabajar, hicieran lo inverso (pagaran por trabajar), dada la desmotivación y falta de interés que se muestra en sus lugares de trabajo.


He llegado a pensar que una gran mayoría, ni quiere estar en la posición de trabajo para la cual se desempeña, ni siquiera trabajando para sí mismos en sus propios negocios; con lo que pienso, casi nadie quiere ser lo que es... desgraciadamente.


Una de las cosas importantes para un desenvolvimiento adecuado, tanto como trabajador independiente o empresario, es sentir gratitud y contentamiento con lo que haces. Esta reflexión vale para todos, desde el que barre las calles, trabaja de mensajero, secretaria, hasta cargos gerenciales y directivos. De nada sirve tener una alta gerencia, elevado sueldo, si tú no quieres ser gerente, sino, el dueño o sencillamente vives de vender zapatos pero tampoco te conformas con vender zapatos. Son frecuentes las quejas de los clientes que reciben bienes o servicios, por el desinterés con el cual son atendidos. No obstante, vivimos estableciendo diferencias y comparaciones con sociedades que no son la nuestra. Sin embargo, es responsabilidad de todos tratar desde la posición que nos encontremos, dar lo mejor de uno mismo, y veremos que, siendo limpiabotas y limpias bien los zapatos, puedes asegurar que siempre tendrás tus clientes, o desde cualquier función que desempeñes. Aún la Biblia nos dice que debemos hacer todo “a la excelencia”.


Publicado en el Periódico El Caribe del martes 8 de Diciembre, 2009

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