Buena zapata

“Es semejante a  un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó
cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con
fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien
construida”. Mateo 7: 24-25*

Partiendo de este texto bíblico quiero enfocar la importancia de sentar
bases profundas y bien estructuradas para el desarrollo de un individuo.

Los primeros seis años de vida son la base fundamental del desarrollo
psicosocial. Es desde el momento mismo del nacimiento, donde nosotros como
padres debemos empezar a tener sumo cuidado, para que en el futuro esta vida
haya tenido una base adecuada.



Por ejemplo, lo primero que el niño demanda es succionar, ya que con esta se
inicia la primera etapa del desarrollo, y si vemos, esta necesidad
incontrolada buscan llenarla a cualquier hora del día o de la noche. Es la
primera parte, donde necesitamos ir moldeando y adecuando las horas para su
alimentación. Y para los padres que en estos momentos se encuentran
atravesando esta primera fase entenderán perfectamente lo que cuesta
enseñarles a esta criatura esta nueva etapa (No dejan dormir, toda la noche
quisieran comer). Por tanto, en este momento, como durante toda la formación
del niño, lo principal es darles seguridad afectiva conjuntamente con lo ya
señalado.

La Biblia sostiene que Dios es amor. Y en mi papel de terapeuta de la
conducta, considero que el alimento primordial en la vida de un niño es
precisamente el amor.

En una investigación realizada, se llevó a cabo un paralelismo entre un niño
bien alimentado, pero con bajo nivel de afecto, ya que este solamente era
cargado para alimentarle por una enfermera; el otro, con una alimentación
menos adecuada, pero cuidado por su madre y con calor afectivo. El último
tuvo un mayor desarrollo físico y psicológico que el primero.

El cuidado de estos primeros años, tomando en cuenta las circunstancias de
vida de hoy (la mujer está totalmente integrada a la actividad productiva),
más que nunca debemos saber balancear el tiempo para no descuidar la demanda
de atención de los pequeños. Precisamente, en momentos difíciles en medio de
lo que vivimos hoy, necesitamos crear una base sólida centrada en altas
dosis de amor conjuntamente con formación disciplinaria, para que cuando, al
igual que con la casa del pasaje citado, estos puedan mantenerse firmes.


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contaminación ambiental

Conviene a todos

Lo que a otros les falta