Es penoso

En nuestro país existen algunas familias, tanto de descendencia extranjera como nuestra, que hoy día, sin haber sido originalmente ricos, poseen de las principales fortunas de la República Dominicana. Éstas y sus descendientes, durante décadas han realizado arduas tareas, acompañadas de sacrificios y esfuerzos en los cuales se involucran todos sus miembros. Mirar las posiciones económicas, moral y social que hoy lucen, es muy sencillo y, querer llegar a estar como ellos a pasos agigantados es frustrante y peligroso, ya que desde afuera no se ve que estos logros han sido dados escalón tras escalón, sacrificio tras sacrificio.

Opuesto a esto, pareciere que las nuevas generaciones consideran que los bienes se adquieren en forma de microondas, sin tener que sacrificar nada, empezando desde lo alto y olvidando que, si subes dos escalones a la vez, casi seguro tendrás una fuerte caída. Por tanto, es preocupante, cuando te sientas a conversar y descubres la prisa y el fenómeno de competencia que se da entre ellos, para ver cuál llega más lejos en términos económicos, quién exhibe más cosas (casas, carros, viajes, etc.) y, lo que es peor aun, la manera permanente de divulgarlos a través de redes sociales, provocando consciente o inconscientemente mayor sentimiento de querer estar igual o mejor de parte de quien lo recibe, que son sus “amigos”.

Vivimos un momento histórico, donde existe la confusión de cambiar “quien soy” por “lo que tengo”. Esta búsqueda rápida de sobrepasar familias que llevan, como señalé al inicio, a veces hasta más de un siglo de trabajo para llegar a donde están, es una problemática que puede hacer caer en actividades ilícitas, peligrosas, las cuales ponen en riesgo a ellos y sus familias. Sin embargo, leía precisamente las declaraciones de un artista de fama mundial en el día de ayer, quien ha acumulado más de 30 discos de platino y 65 de oro, y declara en una entrevista sentirse frustrado y solo. Su nombre es conocido por todos, especialmente los de habla hispana, y es nada más y nada menos que Cristian Castro. Tanta fama y dinero no han llenado su vida, así como la de tanta gente que ves lucirse en revistas, periódicos, familias que lucen hermosas y podrían estar en condiciones iguales o peores que este famoso personaje. Recuerda, que lo esencial no se compra con dinero, porque no tiene precio.

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