Abandono (Parte 1/3)

Desde muy pequeña he tenido la oportunidad de ver cómo familias completas de la comunidad en la cual fui criada fueron emigrando hacia los EEUU. Usualmente, la primera en salir a buscar nuevos horizontes que les permitan ofrecer una mejor manera de vida para sus hijos es la madre. Son muchas las veces que tanto ustedes como yo hemos visto escenas de despedidas en nuestro aeropuerto que desgarran el alma, donde estas madres se desprenden de sus hijos y su familia. Igual sucede, y entiendo que vivimos en un país sumamente pobre, con aquellas que dejan sus campos y emigran a las ciudades en busca de trabajo, y de igual forma aunque menos dramática, también abandonan el hogar.

La sensación de abandono en los niños trae como consecuencias grandes trastornos psicosociales. Entre estos, se desencadena un resentimiento social que conlleva a un rechazo a las normas establecidas.

Quise realizar mi tesis de grado con el tema de “La emigración y su efecto en las familias”, porque siempre entendí que aunque esto ha traído a nuestra sociedad niveles importantes de divisas, también sé que ha traído niveles importantes de trastornos emocionales en muchos de los hijos de estos padres.

Todos los que trabajamos con medios y problemas de conducta, al igual que una parte de la sociedad, estamos tratando de buscar alternativas que corten con este flagelo de la delincuencia en medio de la cual vivimos. Se hacen grandes planteamientos de si cambiar las leyes, arreciando cada vez más las mismas. Pero verdaderamente, donde debemos trabajar es en la búsqueda de todas aquellas soluciones para situaciones como la que menciono hoy . Cabe citar obviamente que no todas las familias que han tenido que emigrar y dejar hijos pequeños han tenido problemas, porque son muchas las que hoy desempeñan fuera del país roles bien definidos donde se encuentran.

Cuando hablo de abandono de los hijos me refiero a aquellos niños que son dejados al cuidado de familiares que no tienen las condiciones ni capacidad para cuidarlos, ya que a veces les dejan tres pero tienen cuatro con los que obviamente el espacio se convierte en un lugar de hacinamiento y precariedad.

¿Te imaginas que conductas podría desencadenar un niño criado en circunstancias donde a veces han sido dejados en manos de un padre alcohólico, una tía con vida indecorosa, y en ocasiones hasta de una vecina?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contaminación ambiental

Conviene a todos

Lo que a otros les falta