No la evadas


Son muchas las personas que tienen por costumbre al inicio de año hacerse una evaluación médica para ver en qué condición está su organismo. Cuando se te acercan, suelen manifestar gratitud al haber determinado que aparentemente no hay ningún problema.

Contrariamente a esto, los individuos tienden a evitar el aceptar que la parte más importante, y que controla la ya evaluada salud, es su salud mental, la cual es determinante para una vida adecuada, tanto intrafamiliar como extra familiar y, por ende , indispensable para una sociedad sana.

Hemos visto cómo en muchos hogares de nuestro país se dan eventos, por ejemplo, como el suicidio, que sacuden, no sólo a la familia donde se produce, sino a todo el entorno y a la sociedad. Son muchas las personas que por años, en su entorno íntimo, han vivido aislados, retraídos, desmotivados, incapacitados para poder disfrutar las cosas pequeñas o grandes que se dan en su día a día.

Pero  es ahí cuando esta conducta se enmascara con somatizaciones del organismo y, como tales, tanto el individuo como los que cohabitan con éste, jamás asocian un problema de salud física permanente; hoy, dolor de espalda; en la mañana, fuertes dolores de cabeza; y, esto se convierte en una excusa para encerrarse, acostarse, no salir, y, si lo hace, es solo por necesidad.

Hay un sentimiento que muchas veces, con sólo mirar el rostro, hasta un niño entiende y pregunta: “¿Qué te pasa?”, y es precisamente la tristeza; la cual, puede venir por un problema en el trabajo, situaciones económicas que te abaten, pérdida de un ser querido.

Pero, ¿qué sucede cuando ésta es permanente en un individuo y que, por lo general, no es ajeno a los que lo rodean y entienden que algo anda mal; pero, no solo lo evaden, sino más bien, cuando alguien le señala que debe tener precaución con esa persona y buscar ayuda, hasta se molesta.

Mucho cuidado, porque existe una enfermedad que, sin pretender asustar, es tan grave o peor que otras físicas como cáncer y las llamadas enfermedades catastróficas, y es la depresión.

Sin embargo, buscar ayuda a tiempo, asistiendo a un especialista de la salud mental, llámese psicólogo o psiquiatra, siendo este último el más facultado para tratar la misma. Busca ayuda, que en estos momentos hay tratamientos muy adecuados para tratar la misma. No te descuides.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contaminación ambiental

Conviene a todos

Lo que a otros les falta