Para todos (3 de 4)

Con cuatro hijas, donde la mayor no había cumplido los quince años, una familia, integrada por una pareja donde siempre existió: armonía, respeto y, sobre todo, donde el papá fue el eje central, no solo porque mantuvo su responsabilidad como proveedor económico, de tal manera que su esposa nunca tuvo necesidad de trabajar fuera de casa, sino mas bien, dedicada a educar y formar, como ambos señalaban: “esas cuatro mujeres”; de repente, una mañana después de que el padre las llevo a su colegio como cada día y proseguir a su lugar de trabajo, de manera sorpresiva, al bajarse de su vehiculo, este se desmaya e inmediatamente, fallece.

Imaginaran ustedes el efecto producido por la perdida de este, donde hubo un impacto tan grande que, por unos meses, la niña menor ni siquiera pudo emitir palabras. A partir de este momento en la vida de esta familia se produjo un cambio donde es la madre quien tiene que continuar con toda la responsabilidad y negocios llevados por el esposo, asumiendo ella este nuevo papel, del cual soy testigo, ya que tengo una gran cercanía con ella; han pasado los años y la niñas que hoy son en verdad cuatro mujeres fueron formadas, aunque papá ya no estaba con reglas claras donde, simbólicamente, la autoridad de este se mantuvo a través de los años. Hace unos días fui con mis hijos a la celebración de la boda cristiana de una de ellas, donde al llegar no pude evitar llorar al imaginar como estaría mi gran amigo como papá.

Todos vivimos en una familia, independientemente de que sea conducida por ambos cónyuges o monoparental, es decir, donde solamente, ya sea por motivo de divorcio o perdida como esta, uno de los dos es el responsable de conducirla. Cada vez más se está haciendo énfasis en la importancia de la misma para una sociedad sana; es más, podemos asegurar que con sólo rescatar y mantener patrones adecuados dentro del circulo familiar, podemos afirmar que todo aquello que nos aqueja en estos momentos y podemos considerar critico en nuestra sociedad, sería resuelto.

Hagámonos el siguiente cuestionario: ¿Es la familia lo principal para nosotros?; ¿Estamos siendo ejemplo de integridad a la misma?; y por último, ¿Qué necesito cambiar dentro de mi entorno para equilibrar la misma en todos los ámbitos?

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