Decisiones

Cuando una pareja, después de muchos intentos de proseguir juntos, toma la decisión de
separarse o divorciarse se inicia un proceso en el cual debemos ser cautelosos y firmes.
Una de las peores cosas que por lo general mantienen dichas parejas es precisamente
una conducta ambivalente, a través de la cual tienden a variar de las posiciones que han
sido asumidas. En mi experiencia con parejas en este tipo de situación, lo que más les
recalco es dejar claras las decisiones. Frecuentemente, las personas tienden a mantener
nexos de “estoy y no estoy contigo”, lo que conlleva a situaciones que traen consigo
serios problemas. Ya separados, donde el hombre o la mujer, dependiendo los acuerdos,
se ha ido de la casa sostienen unos nexos, a través de los cuales muchas veces invalidan
la separación física que se pretende con irse uno de los dos del hogar. Por lo regular
estos, quizás buscando darse una nueva oportunidad, en vez de definir bien fronteras
que permitan mantener el distanciamiento entre ambos, tienden a iniciar una especie
de relación si bien podríamos llamar clandestina, ya que por lo general la llevan a
escondidas de familiares y amigos. En este proceso y más aun dada la cultura machista
de nuestra sociedad, la mujer debe mantener siempre una actitud con la que evite por
todos los medios provocar sentimientos de celo, los cuales traen consigo consecuencias
altamente peligrosas.

El juego psicológico en el que se mantienen tanto el hombre como la mujer, que consiste
por lo general en llamadas telefónicas y encuentros íntimos en lugares apartados de
su entorno, provoca por lo general una especie de “compás de espera” donde cada
uno mantiene expectativas sobre el otro. Es en esta etapa de separación donde por lo
regular suelen darse episodios y amenazas de violencia. Físicamente se han separado,
no obstante, se mantienen juntos de una manera u otra. Lo que permite que ambos sigan
manteniendo el derecho del uno al otro. Mucho cuidado con este tipo de conducta, y por
el contrario asumir posturas a través de las cuales quede bien establecida la separación,
ya que se provocan grandes conflictos y, si evaluamos casos los cuales han terminado
en desgracias, veremos que por lo general el patrón a seguir, el cual es censurado por los
más cercanos a estos, ha sido el que hemos estado señalando.

En estos casos, buscar ayuda de un terapeuta.