Gratitud

A veces, basta un minuto para que en nuestra vida se produzca un giro de 180 grados.
Cuando todo marcha acorde con lo que nosotros esperamos, pareciere como si el control
de todo lo que nos acontece está en nuestras manos. Son muchas las personas que tienen
tantas cosas resueltas, las cuales por esta situación no han entendido todo lo que tienen, ni
mucho menos cuán fácil esto puede perderse.

Reflexiono en esto, a partir de un encuentro que tuve con una joven señora en un
establecimiento comercial recientemente. Esta no solo proyectaba paz, belleza, humildad,
sino también una gran alegría. Como a veces sucede, intercambiamos por un momento
conversación, ya que llevaba un brazo inmovilizado y también se había fracturado en
una escalera el dedo meñique de sus pies. El dueño del establecimiento fue quien inició
la charla al preguntarle qué había pasado con su pie (precisamente allí en donde había
sufrido el accidente). Sonriente le contesta: “No solo tengo el dedo roto, sino mira el
golpe que tengo en el tobillo”. Se asombra y, de manera jocosa, le dice: “Tienes que
ver qué está pasando contigo”. Esta joven señora, con una gran sonrisa de satisfacción,
responde: “Cualquier cosa es pequeña e insignificante para mí, ya que acabo de pasar por
un proceso de quimioterapia. Tuve cáncer, el cual lo descubrí de manera casi accidental
y del cual salí después de un año de tratamiento en los Estados Unidos”. La miro, de
nuevo sonríe, ya que admirada le digo: “¡Luces tan bien con tu pelo tan lindo, tu piel
rozagante y, sobretodo, con cuánta paz!”. Me responde, pasándose suavemente la mano
por su hermosa melena, y acentúa: “¡No es mía, es una peluca!, apenas me está subiendo
de nuevo el que es mío. Así como también es nueva la vida que he aprendido a llevar. Lo
valoro todo; importantizo cosas pequeñas que antes apenas veía, sobretodo: mi familia,
mis hijos, mis amigos; y a Dios, que me ha sostenido.”.

Casos como este, nos motivan a meditar de cómo nos preocupamos y desvelamos por
nimiedades, pequeñeces; cuando tenemos tanto porqué alegrarnos, agradecer a Dios, y
sobretodo, cómo malgastamos nuestro tiempo buscando aquello que no tenemos. Abre
ampliamente tus brazos y atrapa todo aquello que tienes contigo y por lo general se te va
de la mano.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contaminación ambiental

Conviene a todos

Lo que a otros les falta