Propuesta


Estamos en el último mes del año 2012, fecha propicia para hacer una revisión de cómo nos
hemos manejado durante el mismo. Este ha sido un año de grandes retos para todos a nivel
mundial, donde economías de naciones poderosas se han visto en condiciones catastróficas.
En lo que a nosotros se refiere, también hemos tenido nuestros aprietos y condiciones que
nos han colocado igual que en los otros lugares del mundo a tener que tomar medidas de
ajustes en nuestro diario vivir. Como cada año para esta fecha acostumbro a hacer una
evaluación de nuestras vidas, sobre todo lo que hemos logrado o no hemos podido lograr, y
con ello reconocer qué debemos cambiar o reforzar, para así lograr el próximo año empezar
con una actitud diferente.

Este año, la sociedad dominicana ha vivido situaciones difíciles, donde los niveles de
violencia han aumentado, especialmente intrafamiliar, siendo esta una de las mayores
preocupaciones de todos aquellos que manejamos conducta humana; y de nuestras
autoridades, las cuales han tratado de trabajar y unirse como nunca, para con ello enfrentar
esta problemática. Las condiciones que actualmente vive el país, sobre todo las ciudades
más importantes como Santo Domingo y Santiago, han ocasionado una tensión colectiva,
donde los individuos, de manera inconsciente, se sienten amenazados, lo que genera
trastornos importantes en la personalidad.

Para el año que se avecina, es compromiso de todos y cada uno de los ciudadanos trabajar
a favor de colaborar para el logro de una transformación social. República Dominicana ha
pasado por grandes crisis, y todas han sido superadas. Pero, para ello es necesario que toda
la sociedad se involucre y así llegar a la meta de un cambio de nación.

Desde siempre he tratado de hacer énfasis en preservar, mantener y guardar las familias, en
virtud de que, haciendo esto es la única forma de poder lograr romper todo aquello que en
la actualidad entorpece y daña el desenvolvimiento de la vida en nuestro país.

Es tiempo más que propicio para cerrar el año, no mirando y enfatizando todas las
dificultades y eventos negativos que han ocurrido durante todo el año, y pronósticos dados
por expertos en economía, conducta, entre otros; sino, más bien detenernos a cuestionar
desde donde puedo “yo” hacer algo para poder lograr la transformación que necesitamos.

Las crisis pueden ser, si intentamos aprender de ellas, un punto importante para lograr
operar grandes cambios, tanto dentro de las familias como en la sociedad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Contaminación ambiental

Conviene a todos

Lo que a otros les falta