Base de todo

Verdaderamente el 2011 ha sido un año, que está de más señalar, de grandes dificultades a nivel mundial, especialmente económicas donde las grandes naciones, en los principales continentes, no han podido encontrar solución a sus crisis económicas. Pero la mayor crisis mundial se encuentra en los cambios de paradigmas y valores por otros donde parecería no haber ningún marco de referencia sobre lo correcto e incorrecto. Parecería que la Teoría de la Relatividad ha llevado al hombre a no entender que las cosas sí tienen límites, y que los mismos mantienen definidos los espacios. Algo determinante y donde quiero, hoy, revisemos dentro de nuestra vida, especialmente familiar, cómo hemos manejado estos límites. Sin importar la edad de los hijos, un elemento determinante para el funcionamiento adecuado dentro del hogar, y necesario, es entender cuando decir sí o no y, una vez dicho, evitar toda ambivalencia delante de los hijos. Comúnmente, cuando estás en grupos de padres, el tema central de conversación es la dificultad para controlar sus hijos. Es normal que niños de tres, cuatro y cinco años, los padres de hoy manifiesten que no los aguantan, que no saben que van a hacer con ellos, porque los mismos no les obedecen y, por el contrario, al ponerle reglas, hacen rabietas por las cuales estos pequeños suelen lograr que se les complazca, permitiéndole su petición o deseo. Igual sucede en familias donde ya han crecido, son adolescentes o adultos jóvenes, donde tampoco parece hay forma de poner límites. Y es que el problema radica precisamente en desde muy pequeños aprender a establecer reglas claras, algunas implícitas y otras explícitas, a través de las cuales los miembros de la familia, especialmente los hijos, aprendan a interpretar cuando se dice el "hasta aquí". Sé que son muchos los padres que buscan y hacen todo esfuerzo para lograr familias integrales, sanas, en las cuales los hijos son su objetivo principal. A pesar de esto, no han sabido ni entendido lo vital para dichos logros, que es establecer posiciones definidas, donde queden bien delimitados los roles de cada miembro. Si queremos un cambio en nuestra sociedad, en el cual obtengamos verdaderos paradigmas, valores morales auténticos, se debe trabajar dentro de los hogares, específicamente con la definición de normas. En vez de que tu mayor preocupación sea cada vez buscar más y más para complacer en la demanda de cosas materiales a tus hijos, entiendas que, aunque esto es importante, podría no servirte de nada si lo más importante no ha sido llenado.

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