Punto de partida


Con frecuencia, como si estuvieran puestas de acuerdo, las personas suelen hacerse las
siguientes preguntas: “¿Qué debemos hacer con lo que está pasando?, ¿Hasta dónde
llegaremos?, ¿En manos de quién está la solución?, ¿Quién es el responsable?”, entre otras.
Con dedo acusador se buscan culpables y, por ende, aquellos hacia quien va dirigida la culpa
tienden a defenderse.

El inicio de año es momento propicio, ya no para revisar, sino para empezar, desde el lugar
donde estemos desempeñando la función que nos toca, a asumir, no un papel pasivo como
espectador, sino más bien ser copartícipe en el trabajo para lograr producir que el cambio que
todos necesitamos opere en nuestra sociedad.

Barrer las calles y recoger la basura, por ejemplo, aparentemente no es un desempeño
importante; sin embargo, la limpieza de una comunidad es elemento esencial para una
adecuada salubridad de sus moradores. Mi padre solía repetir una frase que no es extraña a
cada uno de notros: “Si usted limpia zapatos y lo hace bien, siempre tendrá clientes.”.

Convirtamos el 2013 en la oportunidad de demostrarnos que somos capaces de dar lo mejor,
hacer las cosas a la excelencia, mantener sentimiento de pertenencia, no solo de nuestra casa
o vivienda, sino del país. Los dominicanos tenemos un gran reto ante todo lo que acontece
a nivel mundial: los cambios negativos, deterioro; distorsión de valores, sobretodo dentro
de la familia, esencia misma de toda sociedad y, por ende, lugar principal desde el cual hay
que trabajar. Es en los hogares, con nuestros próximos (esposo(a), hijos, etc.), donde existe
la mayor necesidad de cambios; urgencia de parar todas aquellas cosas que vemos a diario
y que, aun con nuestros propios ojos, nuestras mentes son incapaces de entender qué es
lo que está ocurriendo. Los expertos en manejo de conducta humana, autoridades civiles y
militares tenemos en nuestras manos una oportunidad para desafiar y vencer lo que nos está
aconteciendo.

El objetivo no es repetir los últimos acontecimientos trágicos, sino aprovechar este comienzo
de año y trabajar en la prevención de los mismos.

Hay un refrán popular dicho por generaciones, el cual, a partir de ahora, lo vamos a eliminar, y
es el siguiente: “El dominicano suele pone candado después que le roban”. Prevenir es, desde
que aparecen los primeros síntomas de violencia, los cuales suelen manifestarse con insultos
verbales, no aceptación de figuras de autoridad, entre otros, evitar que los mismos se sigan
repitiendo y acudir en ayuda de un profesional en el área.

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